jueves, 17 de marzo de 2016

Colores

El regato bajaba alegre y cantarín. Era un día de mayo, de hace ya muchos años. Con la caña varada entre las peñas, contemplaba los guijarros de la verdera. El brillo del sol reflejaba en las gotas salpicadas de las hojas. Y, de repente, se posaron.

En el arroyo,

libélulas azules

sobre la menta.


1 comentario:

  1. Compañero, este debe ser de los buenos, porque cuanto más lo leo más redondo y perfecto lo veo. No sé si en Japón habrá libélulas y mentas, pero seguro que algo muy parecido vió Basho, modelo del hombre que se detiene en el camino para, sin pretenderlo, descubrir la sorprendente belleza de la Naturaleza.

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